Conoce el síndrome genitourinario y cómo puede estar afectando a tu bienestar

La menopausia se produce por el cese de secreción de estrógenos en los folículos ováricos, por agotamiento de los mismos.

Este hipoestrogenismo tiene consecuencias en todo el organismo de la mujer que tiene que adaptarse a esta nueva circunstancia.

Respecto al tracto urinario inferior y genitales femeninos, este hipoestrogenismo produce una serie de cambios que condiciona la aparición del síndrome genitourinario de la menopausia: 

• Pérdida de elasticidad vaginal.
• Disminución de la lubricación vaginal.
• Atrofia de labios mayores y menores
• Cambios del pH vaginal.
• Adelgazamiento / atrofia de la mucosa uretral y vaginal.
• Cambios funcionales del tracto urinario inferior. Es conocida la existencia de receptores hormonales tanto androgénicos como estrogénicos en el tracto urinario inferior.

En 2014 la North American Menopause Society definió el síndrome genitourinario de la menopausia como “un conjunto de síntomas y signos asociados con la disminución de estrógenos y otros esteroides sexuales que implican cambios en los labios mayores/menores, el clítoris, el vestíbulo/introito, la vagina, la uretra y la vejiga. El síndrome puede incluir, entre otros, síntomas genitales de sequedad, ardor e irritación, síntomas sexuales de falta de lubricación, incomodidad o dolor, y función sexual deteriorada y síntomas urinarios de urgencia, disuria e infecciones recurrentes del tracto urinario”.

Como vemos en la definición, no solo se limita a la esfera genital sino también a la urinaria y sexual.

Debemos hacer una mención especial a la importancia de investigar sobre esta patología en las pacientes postmenopáusicas, dado que muchas mujeres no se atreven a preguntar o comentarlo a sus proveedores de salud. Esto hace que estemos ante una patología infradiagnosticada e infratratada, a pesar del importante impacto en la calidad de vida que produce.

Hoy en día existen diversas opciones de prevención y tratamiento:

• Cambios en el estilo de vida: evitar el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad.
• Actividad sexual: la actividad sexual aumenta el flujo sanguíneo vaginal y previene el desarrollo del síndrome genitourinario de la menopausia.
• Hidratantes y lubricantes.
• Tratamiento hormonal: el tratamiento más eficaz es el tratamiento con estrógenos locales.
• Tratamientos de medicina regenerativa: láser vaginal de CO2, ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas.

El tratamiento debe ser individualizado y depende de la gravedad del síndrome:

• En casos leves y moderados puede ser suficiente el tratamiento con hidratantes y lubricantes, junto con un estilo de vida saludable y mantener la actividad sexual.
• En los casos moderados y severos probablemente lo anterior no sea suficiente y por tanto se encuentran indicados el tratamiento hormonal local o sistémico y los tratamientos de medicina regenerativa.